¿Te sentís identificado? Hace bastante que estás tomando clases de inglés y dominás la lengua escrita a la perfección. Sin embargo, sentís que lo que decís suena forzado y poco natural. Incluso, te cuesta diferenciar ciertos sonidos, como la th de think y la s de sink. Lo que necesitás es cultivar tu fluidez. En esta nota, te contamos qué podés hacer para mejorar tu fluidez en inglés sin viajar al extranjero.
¿Por qué es importante mejorar la fluidez y la pronunciación en inglés?
Hablar otro idioma con soltura facilita la comunicación efectiva. Además, nos permite expresar ideas con claridad y coherencia y nos ayuda a evitar confusiones. Por ello, es una habilidad fundamental para la comunicación, tanto en la vida privada como en el trabajo.
Estas son algunas de las técnicas que puedes utilizar para mejorar la fluidez en cualquier idioma:
- Leer en voz alta.
- Hacer ejercicios de articulación.
- Practicar juegos de palabras.
- Trabajar sobre la confianza en uno mismo para evitar titubeos.
Junto con la fluidez, la buena pronunciación permite que nos entiendan sin esfuerzo y que expresemos nuestras ideas con claridad. Lo mejor de todo es que la correcta pronunciación evita malentendidos.
Qué hacer para mejorar la fluidez en inglés
Si no podés viajar a países angloparlantes para practicar tu inglés, no te preocupes porque podés hacerlo desde casa. La clave reside en tener constancia y dedicación. Como dijo Winston Churchill, “El esfuerzo constante – no la fuerza o la inteligencia – es la clave para liberar nuestro potencial”.
Charlar con hablantes nativos, ya sea en tu ciudad o en alguna aplicación. De ese modo, vas a practicar la pronunciación, mejorar la escucha y pasar un buen momento.
Leer en inglés. La lectura ayuda a adquirir vocabulario pasivo y reforzar el activo. También te ayuda a ver cómo se usa el lenguaje en distintos contextos, además de estimular la memoria y la capacidad de procesar información y de concentrarse. Hay infinidad de opciones para elegir, desde novelas originales o abreviadas hasta revistas y blogs.
Pensar en inglés. Incorpora el idioma a tu rutina diaria para conectar palabras con experiencias. En vez de pensar o decir “ Qué cansado estoy”, buscá alternativas en inglés, como I’m beat, I’m exhausted o I’m knackered y sumalas a tu acervo.
Crea tu propia experiencia inmersiva. Escuchá podcasts en inglés en el auto o cuando salis a correr. Los audiolibros son una buena alternativa. Mira series y películas con subtítulos en inglés o, directamente, sin subtítulos.
Cantá en inglés. Aprendé las letras de tus canciones favoritas y cantalas a toda hora.
Si no conoces a ningún nativo, no importa. Podes poner una hora o un día fijo para reunirte con algún compañero de clase o de trabajo para hablar exclusivamente en inglés.
Explorá la cultura angloparlante. Conocer las costumbres y tradiciones de países donde se habla inglés te ayuda a comprender el idioma en un nivel más profundo porque vas a entender la idiosincrasia y hasta los chistes.
Utilizá la técnica de “shadowing”. Esta técnica consiste en repetir lo que escuchás imitando la pronunciación, el ritmo y la entonación de un hablante nativo.
Fundamentalmente, sé perseverante. Un idioma no se domina de un día para el otro. Vas a tener traspiés, vas a cometer errores y vas a sentir frustración. Toma cada instancia como un aprendizaje, ya que de los errores se aprende. No te desanimes. De a poco vas a ver los resultados de tu esfuerzo.
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