El cerebro es una de las partes más complejas de nuestro cuerpo. Si bien la ciencia ha revelado algunos de sus secretos, los científicos continúan investigando. Por suerte, hoy podemos aplicar algunos de esos conocimientos a nuestra forma de aprender.
Compartimos algunas técnicas de estudio que te ayudarán a aprender mejor.
Circuitos neuronales
En primer lugar, hablemos de los circuitos neuronales. En pocas palabras, son patrones formados por conexiones entre neuronas, llamadas sinapsis, que representan pensamientos. Las imágenes médicas muestran que estas conexiones se iluminan cuando el cerebro procesa estímulos.
Pero, ¿cómo se conectan las neuronas? Estas células tienen proyecciones llamadas axones que hacen sinapsis, o sea, pasan señales eléctricas o químicas al conectarse con otras neuronas. Los nuevos pensamientos establecen conexiones entre neuronas, creando así nuevos circuitos neuronales. Cuanto repetís un pensamiento, es decir, cuanto más procesa tu cerebro el mismo estímulo, más dominante se vuelve ese circuito.
Al cabo de un tiempo, ya no necesitás pensar concientemente en ciertas cosas. Por ejemplo, acciones como caminar. La práctica constante cuando eras bebé creó circuitos neuronales dominantes, así que ahora no pensás en poner un pie delante del otro, simplemente lo hacés. Sin embargo, los pensamientos nuevos que no se procesan no crean circuitos dominantes, y así es como se olvidan cosas que se han aprendido pero que nunca se han practicado.
Modos de pensamiento enfocado y difuso
Según la profesora Barbara Oakley, PhD, el modo de pensamiento enfocado implica concentrarse intensamente en el material que querés aprender. También te ayuda a comprender un concepto o resolver un problema relacionado con algo con lo que ya estás familiarizado, es decir, tus pensamientos siguen circuitos neuronales ya establecidos.
Por otro lado, el modo de pensamiento difuso se produce cuando dejamos que nuestra mente “vuele”. Nos permite ver las cosas desde una perspectiva diferente, formar nuevas conexiones y crear así nuevos circuitos.
Para aprender algo nuevo con eficacia, sobre todo si es difícil o complejo, el cerebro tiene que ir y venir entre el modo enfocado y el modo difuso de aprendizaje. Si te resulta difícil cambiar de un modo de pensamiento a otro, podés utilizar el método Pomodoro para gestionar el tiempo con eficacia.
Técnicas de estudio: practicar, fragmentar, recordar, tomar recreos mentales
Para fortalecer los nuevos circuitos neuronales que se forman cuando se aprende algo nuevo, es necesario practicar. ¿Por qué? El uso repetido enlaza las neuronas para crear rutas neuronales dominantes y aumentar la neuroplasticidad. La práctica y la repetición son una parte importante del aprendizaje porque te ayudan a crear una especie de andamiaje que sustenta tu pensamiento.
Los expertos recomiendan practicar la repetición espaciada para fijar los nuevos conocimientos en la memoria a largo plazo. Lo ideal es distribuir las repeticiones a lo largo de varios días para ayudar a que se formen y refuercen las conexiones sinápticas, en lugar de tratar de aprender todo junto de memoria, que es una técnica de aprendizaje poco eficaz.
Los recreos mentales también desempeñan un papel importante en el aprendizaje. Después de pasar algún tiempo concentrado estudiando algo, cambiá el foco de atención a otra cosa durante un rato, como salir a caminar o hacerte un café. Este recreo mental permite que tu mente siga trabajando y establezca conexiones inesperadas, comprenda el concepto que estás estudiando o piense en soluciones innovadoras.
Si querés aprender a un nivel más profundo, utilizá la técnica del recuerdo: leé el material que querés aprender, apartá la vista y repetí los conceptos que recuerdes. Puede que tengas que hacerlo varias veces, pero el esfuerzo vale la pena.
Por otro lado, la técnica de fragmentación te ayuda a unir fragmentos de información según su significado o uso. En neurociencia, un fragmento se refiere a una red de neuronas que se disparan juntas para realizar una acción o pensar un pensamiento de forma fluida y eficaz. Los fragmentos, es decir, los paquetes compactos de información, se crean mediante la práctica concentrada y la repetición. Poco a poco, estos fragmentos se hacen más grandes y empiezan a encajar con los demás temas que estás aprendiendo hasta dominar el tema.
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