Si decimos que el mundo laboral ha cambiado radicalmente en los últimos años, nos quedamos cortos. Y el catalizador de este cambio fue la pandemia de COVID-19. De la noche a la mañana, las empresas se vieron obligadas a cambiar su forma de hacer negocios y sus empleados empezaron a trabajar desde casa. Todo el mundo tuvo que adaptarse al trabajo totalmente remoto primero y al híbrido después, cuando algunos volvían a la oficina algunos días por la semana mientras trabajaban desde casa el resto del tiempo. Y las prácticas de gestión también tuvieron que evolucionar. Como resultado, surgió un nuevo tipo de liderazgo, denominado Liderazgo 3.0.
El Liderazgo 3.0 pone el foco en todo el sistema de trabajo, no en el individuo, para encontrar las soluciones adecuadas para un mejor liderazgo.
Prioridades actuales de las organizaciones
Una de las prioridades actuales de las organizaciones es reinventarse y adaptarse a la nueva realidad post pandemia y la actual inestabilidad geopolítica.
Además, las empresas tienen que cumplir las expectativas de la sociedad, como la inclusividad o el cuidado del medioambiente, y también tienen que hacer frente a las expectativas de sus empleados. En el entorno actual, los empleados buscan un trabajo significativo, flexibilidad laboral y equilibrio entre la vida laboral y familiar. Para satisfacer esas expectativas, las empresas han adoptado algún tipo de modelo de trabajo híbrido, que va desde una semana laboral corta o el trabajo a distancia hasta la flexibilidad total.
La opción híbrida es una de las tres categorías. Las otras dos son el modelo de trabajo desde la oficina, en el que se espera que los empleados vayan a la oficina a tiempo completo, y el modelo de trabajo desde casa, en el que el talento sólo trabaja a distancia.
Las 4C que debe tener en cuenta un líder eficaz
El propósito de un equipo es obtener un resultado deseado basado en una necesidad empresarial. Además, un equipo tiene que ser resiliente, creativo, adaptable y cohesionado. Los líderes de equipos híbridos exitosos siguen ciertos criterios denominados las 4 Cs: Mentalidad Colectiva, Conexión, Núcleo y Relaciones Cohesivas para que todos los elementos confluyan y ofrezcan resultados.
Mentalidad colectiva (Collective Mindset)
La mentalidad colectiva se refiere a las creencias sobre cómo trabajan juntos los miembros del equipo, o cultura de equipo. Las acciones que el líder debe emprender son diseñar un entorno de trabajo que se adapte a todos, debatir valores clave como la resiliencia y crear una cultura de equipo en torno a ellos, y reforzar los comportamientos que apoyan la cultura y la identidad del equipo mediante desafíos gamificados presenciales y virtuales.
Núcleo (Core)
El mundo híbrido exige que se restablezca el sentido del propósito central, es decir, la razón para reunirse como equipo. Dado que muchas personas han reevaluado su propósito personal, se deduce que debería estar vinculado de algún modo al del equipo y la organización para establecer un compromiso y una alineación personales.
Conexión (Connection)
Los miembros de un equipo deben desarrollar conexiones sólidas y significativas entre ellos y con otros equipos de la organización, ya que no existen aislados. El objetivo es traspasar fronteras para obtener resultados. El líder del equipo debe fomentar relaciones más profundas organizando actividades grupales e introduciendo herramientas digitales que hagan más eficiente el trabajo entre equipos.
Relaciones cohesivas (Cohesive Relationships)
La cohesión se refiere al enfoque del equipo a la hora de trabajar juntos. Un modelo de trabajo híbrido puede afectar negativamente las relaciones entre los integrantes. Por ejemplo, hay menos interacciones espontáneas entre compañeros, como pasar por la oficina a charlar. Por lo tanto, disminuye el sentimiento de pertenencia y se hace más difícil que los miembros del equipo establezcan lazos. El líder del equipo debe ser capaz de superar esta situación creando espacios para una conversación sincera, dando orientaciones claras sobre las tareas individuales, las tareas en grupos pequeños y el trabajo entre equipos, y reuniendo a todo el equipo in situ con regularidad para colaborar.
Un líder 3.0 es un líder ágil
Un líder 3.0 tiene ciertas características, entre las que se encuentran la firme creencia en un equipo unificado, la flexibilidad, la voluntad de compartir información y conocimientos, la apertura a sugerencias e ideas y la capacidad de proporcionar feedback y coaching.
Aprendizaje basado en proyectos en English Services
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