¿Te comprometés a hacer demasiadas tareas? ¿Te enojás cuando tus colegas no responden los mensajes que les mandás fuera de horario? ¿Trabajás 12 horas o más? ¿Dejás de ir al gimnasio porque querés terminar un informe que nadie va a leer hasta mañana? Si la respuesta es un rotundo sí, entonces sos víctima de la productividad tóxica. En esta nota vamos a hablar sobre ella y cómo podés ayudar a tu equipo a evitar esta conducta negativa.
“La productividad por la productividad misma puede llegar a ser tóxica. Crea divisiones en el equipo, favorece una cultura competitiva en la empresa y lleva al agotamiento laboral.” HR Morning
Qué es la productividad tóxica
Todos nos esforzamos por ser productivos. Cumplir con las fechas de entrega y terminar los proyectos en tiempo y forma está muy bien, a menos que sea en detrimento de tu salud física y mental y tu vida privada. Ahí es donde la productividad se convierte en algo tóxico, cuando interfiere con tu vida y la interacción con tu equipo.
Según Forbes, se puede definir la productividad tóxica “como una necesidad imperiosa de sentirse constantemente productivo a toda costa, lo que puede ser perjudicial para la salud física y mental.”
No es tan fácil detectarla. Sin embargo, te presentamos algunos ejemplos de productividad tóxica para que los tengas en cuenta:
- No te tomás tiempo libre ni vacaciones.
- Enseguida respondés todos los emails y mensajes, aun los que entran fuera de horario.
- Te mostrás irascible o impaciente con tus colegas sin razón aparente.
- Estás agotado.
- No hacés pausas durante la jornada laboral.
- No hacés actividad física y comés mal.
- No sos productivo a pesar de trabajar muchas horas por día.
- Sentís culpa si no estás ocupado todo el tiempo.
Queda claro que tenés que ocuparte de esta conducta, sea tuya o de tu equipo. No solo se ve afectada la productividad sino la salud. Según un estudio publicado en The Lancet en 2015, las personas que trabajan más de 55 horas por semana tienen 33% más de probabilidades de tener un accidente cerebrovascular y 13% más de probabilidades de tener un infarto.
Algunas medidas para prevenir este comportamiento tóxico
Aunque suene contradictorio, la productividad tóxica afecta la productividad en general porque los empleados están agotados. Los líderes deben tomar medidas proactivas que disminuyan esta conducta:
Priorizar el bienestar de los empleados y fomentar un equilibrio adecuado entre el trabajo y la vida personal. Esto puede lograrse ofreciendo horarios flexibles o la posibilidad de trabajar de forma remota.
No recompensar ni fomentar la productividad tóxica. Reconocer y valorar el esfuerzo de los empleados, pero también promover la importancia de descansar y desconectar del trabajo.
Los líderes y gerentes deben ser ejemplos a seguir. Es importante que ellos mismos tomen descansos, respeten los horarios y se tomen tiempo libre cuando sea necesario.
Establecer metas realistas y alcanzables en cuanto a extensión y tiempo. Evitar poner presión innecesaria en el equipo, ya que esto puede generar estrés y disminuir la motivación.
Fomentar el bienestar en el trabajo. Se ha comprobado que tomar descansos regulares ayuda a aumentar la productividad, ya que reduce los niveles de estrés y ayuda a concentrarse en la tarea en cuestión. Además, promover iniciativas de bienestar como clases de yoga o caminatas en grupo.
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